Para medir las capacidades de un alumno hay que evaluar 2 componentes.
Primero
lo que sabe (aptitud) mediante un test de Inteligencia o con cualquier otro
método que demuestre sus capacidades. Normalmente asociamos a las personas de
altas capacidades con un CI elevado. Estos representan un 5% de la población y
estarían en la parte derecha de la Campana de Gauss. Son alumnos que saben
mucho y además lo demuestran. Con un test de CI únicamente medimos el estado
actual de la persona. Por el contrario si el alumno que está en el lado
izquierdo de la campana, se identificaría con un retraso.
Segundo:
Su motivación, su actitud. Hay alumnos que a lo mejor no destacan en nada
pero tienen una motivación o motor interno a prueba de bombas. Quizá este
segundo componente sea más importante que el primero (o más bien es una
consecuencia de este).
La motivación la compongo de dos factores: tenacidad + resiliencia.
Tenacidad:
es la constancia, la perseverancia y no desviarse del objetivo marcado, aunque
se deba dar un gran rodeo. Cree en sí mismo aún cuando todo el mundo le puede
decir que está muy equivocado.
Resiliencia:
Es la capacidad para aguantar impactos y volverse a levantar, sin renunciar a
tus sueños.
Un método para medir motivación no es fácil
pero creo que es más importante que todo lo demás.
Una
persona puede ser lenta o incluso con dificultades de aprendizaje pero con gran
motivación seguramente llegue más lejos que otras personas más inteligentes a priori.